Las empresas son uno de los actores clave para un ecosistema sostenible. La gestión del agua es uno de los ejes a tener en cuenta. Para implementar esa sostenibilidad, los enormes avances tecnológicos son uno de los pilares.
La sostenibilidad en la estrategia del negocio se consolida. Lo que antes era un activo de futuro, ahora está ya en el adn de las compañías. El cambio climático, el avance tecnológico y el entorno económico actual llevan a esa realidad. La sostenibilidad es ya una ‘commodity’, a gran o pequeña escala, con grandes o pequeños gestos.
A fin de cuentas, se trata de la inclusión de las personas y de su bienestar en el centro de la toma de decisiones. Esto es posible en un mundo global, interconectado y con una enorme transversalidad. La planificación de las empresas puede aprovechar todas las capacidades disponibles en esta red global para acometer el eje de la sostenibilidad.
El marco que engloba este proceso es el de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU). En 2015, los 193 países miembro de la ONU aprobaron un documento para asegurar el futuro de las personas en nuestro planeta. La Agenda 2030 se concreta en 17 ODS para erradicar la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y para proteger el planeta.
La ONU indica a las empresas como pueden contribuir en los objetivos sostenibles
Entre los ODS están los del Fin de la Pobreza, Hambre Cero, Salud y Bienestar, Educación de Calidad, Igualdad de Género, Agua Limpia y Saneamiento, Energía Asequible y No Contaminante, Industria-Innovación-Infraestructura, o Producción y Consumo Responsables. Cada ODS dispone de una serie de marcos contextuales y de actuaciones a llevar a cabo.
En este sentido, la ONU indica a las empresas a que contribuyan con dos formas de trabajar: actuar de manera responsable y encontrar oportunidades en el desarrollo de los mismos ODS. Actuar de manera responsable implica incidir en el respeto a los derechos humanos, al trabajo, al entorno y la lucha contra la corrupción.
En cuanto a las oportunidades, para cada uno de los ODS se disgregan una serie de actuaciones a las que cualquier empresa se puede sumar. Por ejemplo, en el ODS sobre Agua Limpia y Saneada, hay la oportunidad para encontrar ‘partners’ en el Water Action Hub, o seguir una serie de recomendaciones para gestionar adecuadamente el agua desde la propia empresa.
Queda claro que sin la contribución de las propias empresas, la sostenibilidad es inalcanzable. Un primer paso está en detectar, de acuerdo con los ODS, aspectos en los que se puede modificar una actuación para cumplir con el ODS. El siguiente paso está ya en, como se decía anteriormente, planificar acciones estratégicas de manera colaborativa.
En este contexto, los retos estratégicos de Girbau LAB y todo el proceso están alineados con el modelo de sostenibilidad hacia donde deben llegar las soluciones finales.
compartir