Toda innovación busca un beneficio para el usuario. En ese beneficio hay una parte de bienestar. Ese bienestar se integra en el ámbito físico y mental. Por lo tanto, toda innovación para el bienestar debe perseguir mejoras en el estado físico y emocional de las personas.
En el momento en que redactamos este artículo, estamos en una situación de excepcionalidad. La pandemia del Covid-19 ha llevado a una realidad social, además de un complicado contexto económico, inimaginable hace menos de unas semanas. Esta situación de confinamiento de la población abre nuevas oportunidades de innovación para el bienestar de las personas.
El contexto implica que, durante este confinamiento, las personas deben seguir trabajando desde casa como si estuviesen en la oficina si su profesión lo permite; deben desarrollar el día a día en un espacio cerrado con sus parejas e hijos si están en una estructura familiar; moverse físicamente en espacios cerrados para mantener el cuerpo activo; comunicarse con sus seres queridos de forma virtual;…y un sinfín de situaciones que buscan un bienestar físico y emocional en entornos no habituales que implican soluciones rápidas, ágiles e innovadoras.
Servicios y productos
Lo cierto es que, ante esta realidad, las innovaciones para el bienestar que más rápido han aparecido, como se indica en algunos artículos , han sido las vinculadas a servicios. En menos de una semana hemos conocido más herramientas de intercomunicación online que en toda nuestra vida digitalizada.
Sin saber cómo, hemos integrado servicios a herramientas que no estaban destinadas a ello. Se han creado comidas virtuales entre familias separadas: todos a la misma hora se conectan por videollamada para cenar juntos. Muchos gimnasios han abierto sesiones en directo online desde las casas de los ‘trainers’ para hacer ejercicios dirigidos. Y muchas otras propuestas dispares y diversas.
También ha habido rápidas innovaciones de producto para el bienestar como la creación de grupos de innovación abierta destinadas, sobretodo, a cubrir las necesidades sanitarias del momento. Redes de voluntariado que cosen mascarillas con recortes de ropa sobrante; creación de mascarillas y productos sanitarios con impresión en 3D. No menor es el desarrollo de modelos de información con el Big Data y la IA sobre la evolución de la pandemia para poder activar su prevención.
Nueva necesidades de bienestar
Todo ello, ¿acabará una vez volvamos a la normalidad? No. Pasaremos de lo excepcional a lo estructural. Es una oportunidad para consolidar, primero, la innovación abierta más allá de momentos de solidaridad necesaria como el actual. En segundo lugar, es una situación que permite descubrir nuevas necesidades dónde innovar en el bienestar de las personas.
Desde Girbau LAB lo tenemos marcado como eje estratégico desde el inicio. Hemos buscado tanto la innovación para un lavado que genere outputs de bienestar para el consumidor final en la misma ropa, como para procesos que faciliten el trabajo de lavado. Precisamente, queremos aprovechar este momento excepcional para detectar otros aspectos relacionados en servicios y productos que terminen por incidir aún más en el bienestar de las personas. No podemos parar. Es responsabilidad de todos.
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