31 Oct 2025

Emil Vestman. Convertir un reto medioambiental en innovación: el viaje de Mimbly y la Mimbox

Ponente en el Girbau LAB Innovators Club

Una nueva sesión del Girbau LAB Innovators Club con Emil Vestman, cofundador y director de diseño en Mimbly.

La sesión se centró en el recorrido de Mimbly y Mimbox: cómo iniciar una empresa en torno a un problema medioambiental partiendo solo de una idea de producto y sin tecnología desarrollada. Desde ese punto de partida, la charla exploró cómo tanto el negocio como el producto fueron evolucionando frente a los desafíos medioambientales del estrés hídrico y los microplásticos, iterando el modelo de negocio y las tecnologías mientras desarrollaban innovación en hardware de alto coste como una startup financiada externamente.

Una sesión muy interesante e inspiradora que compartimos en formato entrevista.

1. Mimbly nació de un reto medioambiental muy concreto. ¿Cuál fue el momento o la idea que os hizo ver este problema como una oportunidad real de innovación?

Fue cuando vimos cómo, en particular, los hoteles utilizaban cantidades excesivas de agua lavando una y otra vez tejidos aparentemente limpios. Pensamos que debía existir una forma de reutilizar esa agua, y así nació la idea de Mimbox.

2. Al empezar, aún no teníais la tecnología ni el producto definidos. ¿Cuáles fueron los primeros pasos para convertir una idea en una solución tangible?

Los primeros pasos consistieron en conceptualizar cómo podría ser un producto final para este problema, en cuanto a tamaño y forma, de modo que pudiera adaptarse a los espacios donde normalmente se instalan las lavadoras. Esto se hizo en paralelo al desarrollo y prueba de funciones básicas, como bombear agua hacia una lavadora en lugar de depender de la presión del grifo.

 

“Vaciar los microplásticos de nuestras lavadoras será tan natural como vaciar la pelusa de nuestras secadoras.”

 

3. Vuestro proyecto conecta diseño, tecnología y sostenibilidad. ¿Cómo garantizáis que estos tres pilares evolucionen juntos durante el proceso de desarrollo?

Como toda la visión de nuestra empresa está tan estrechamente vinculada a la sostenibilidad, este se convierte en uno de los requisitos más importantes que deben cumplir nuestros productos. A partir de ahí, la tecnología y el diseño van de la mano para crear soluciones que tengan sentido para el usuario final. Una de las ventajas de ser una empresa pequeña es que trabajamos muy juntos, y eso realmente difumina las fronteras entre el diseño y la tecnología.

4. Situáis el medio ambiente en el centro de vuestro trabajo. ¿Crees que la sostenibilidad puede ser un motor de negocio por sí misma, o aún necesita justificarse a través de otros beneficios?

Sí, creo que puede serlo. Pero es fundamental comunicar la sostenibilidad de una forma cercana y tangible para que realmente impulse el negocio por sí sola. Y, por supuesto, las regulaciones también juegan un papel importante.

5. Mirando al futuro, ¿cuál es vuestra visión para Mimbly y el impacto que productos como Mimbox pueden tener en las personas y en el planeta?

Nuestra visión es convertirnos en un facilitador para otras empresas que se preocupan por los mismos problemas que nosotros, creando colaboraciones que ayuden a ampliar la difusión de nuestra solución hacia un mercado más amplio. Con ello, esperamos aumentar la conciencia sobre la escasez de agua y ampliar la comprensión del agua, no solo como agua potable o salada, sino como un recurso complejo que puede utilizarse de muchas maneras según el resultado deseado.

6. Y, por último, pensando en 2040, ¿cómo imaginas que lavaremos nuestra ropa?

En 2040 imagino un lavado más adaptable: las máquinas tomarán más decisiones para lograr el resultado deseado utilizando solo el agua y los productos químicos necesarios. Vaciar los microplásticos de nuestras lavadoras será tan natural como vaciar la pelusa de nuestras secadoras.