Hoy, Día Mundial de la Educación Ambiental, conversamos con Roser Zapata, nuestra Laundry Business Expert en Girbau LAB, que comparte con nosotros 4 maneras fáciles de reducir el impacto ambiental de nuestra colada:
1. Ahorra agua y energía: hagamos lavados completos o usemos programas de menor capacidad.
A menudo pensamos que la clave para cuidar el medio ambiente es reducir la temperatura de lavado, pero, en términos de eficiencia energética y lavado, hay dos errores que se repiten:
El primero es infrautilizar la capacidad de la lavadora, realizando lavados largos con poca cantidad de ropa. Si calculáramos los consumos por prenda estos serían muy elevados en consumo de agua y energía.
El segundo error es no preseleccionar la ropa y mezclar ropa con distintos grados de suciedad. Esto nos lleva a menudo a seleccionar el programa más intenso para asegurarnos que la ropa salga limpia, pero no nos damos cuenta que nos lleva a un aumento de consumos innecesario en la mayoría de las prendas.
Casi todas las lavadoras domésticas incorporan programas de lavado corto o preparados para cargas pequeñas; os recomendamos utilizar estas opciones cuando no haya un volumen de ropa suficiente para un programa normal.
2. Usa la dosis de detergente adecuada. ¡No pongas mucho más de la cuenta!
¿Sabías que la dosificación de detergentes es un factor clave?
Los fabricantes de detergentes han desarrollado detergentes modernos más respetuosos con el medio ambiente. Básicamente contienen componentes más naturales y son más concentrados, reduciendo el volumen para el transporte. Pero esta mayor concentración se desconoce y aún hoy dosificamos en exceso, doblando en muchos casos la dosis de químico necesaria. Usemos lo justo y reduciremos el impacto en la colada.
3. Lava únicamente la ropa que necesite ser lavada. ¿Para qué lavar más?
Tal y como comentábamos, generalmente ponemos el foco en la reducción de la temperatura utilizada para lavar. La realidad es que solo utilizamos agua caliente para ropa muy sucia y el volumen de ropa con esta casuística es muy bajo.
Seguramente sabrás que el volumen de ropa más lavado en una casa es la ropa de uso personal. Esta ropa ya la lavamos habitualmente con agua fría o temperatura muy baja. Acostumbra a ser ropa poco sucia que tratamos como si fuera muy sucia y que además lavamos con mucha frecuencia, aunque no esté muy sucia en absoluto.
A veces es bueno reflexionar sobre si la ropa que lavamos diariamente necesita realmente un lavado, o simplemente estamos automatizando esta acción sin pensar demasiado, mandando ropa al cesto de ropa sucia sin comprobarlo.
Una segunda recomendación es lavar la ropa personal como ropa delicada, con programas cortos y con detergentes para ropa delicada. Está demostrado que los programas intensos con detergentes generales liberan muchos más microplásticos que los procesos de ropa delicada. De manera que esta puede ser una muy buena opción.
4. ¿Usas la secadora? ¡Limpia el filtro!
La forma más cuidadosa con el medio ambiente para secar ropa es hacerlo al aire. Pero el día a día, las prisas, las ciudades y la climatología a veces no ayudan. En el caso de utilizar secadoras, la forma más fácil y eficaz para reducir el tiempo de secado y por lo tanto reducir la factura energética es realizar una limpieza previa del filtro. Un gesto rápido y sencillo y realmente eficaz. ¡Tan simple como eso!
Con solo estos cuatro pequeños consejos podemos empezar a crear grandes cambios.
¡Feliz Día Mundial de la Educación Ambiental!
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