El pasado 22 de noviembre tuvo lugar una nueva sesión del Club de Innovadores, que contó con Cynthia Koenig, fundadora de Wello, como ponente invitada.
Cynthia tiene un MBA/MS en la Ross School of Business y la School of Natural Resources and Environment de la Universidad de Michigan y es licenciada en Antropología por el Trinity College. Es becaria del Unreasonable Institute y miembro del Consejo Asesor Externo del Erb Institute for Global Sustainability.
La experiencia de Cynthia se encuentra en la intersección de los negocios, la innovación y el impacto. Ha ayudado a poner en marcha empresas de todo tipo y tamaño, desde negocios de ecoturismo gestionados por comunidades en México y Guatemala hasta una estrategia nacional de turismo sostenible en Bután. Es la fundadora de Wello, una empresa social premiada que co-crea innovaciones disruptivas diseñadas para proporcionar un acceso mejor y más fiable al agua potable.
En la actualidad, Cynthia es una emprendedora residente en el departamento de innovación de Amazon, donde trabaja en el desarrollo de nuevos productos que tengan un impacto positivo en el mundo.
Su trabajo con comunidades de Centroamérica, el sur de África y el sur y el sudeste de Asia ha permitido a Cynthia conocer a fondo los retos y las oportunidades a los que se enfrentan las personas que luchan por sobrevivir en la base de la pirámide económica. Estas experiencias la llevaron a lanzar Wello. Durante su intervención, Cynthia nos contó su visión de la innovación desde la perspectiva de la empresa social.
Según señaló Cynthia, “La clave es entender el problema que se intenta resolver. En el caso de Wello, el problema era doble. ¿Cómo ofrecemos un acceso fiable al agua potable y cómo construimos una estrategia de ventas y distribución eficaz y escalable para que, como empresa, podamos llegar a la gente?”.
El proceso de diseño de la WaterWheel fue riguroso, tal y como nos comentó Cynthia: “Pasamos 18 meses diseñando un producto que la gente quisiera usar, no solo que necesitara, sino que realmente lo quisiera. La WaterWheel tenía que ser conveniente. Tenía que ser ergonómica, personalizable, con piezas reemplazables, reparable localmente y asequible (25$). Por último, tenía que ser estéticamente agradable y esto es importante porque, como nos señalaron nuestros clientes, muchos de los productos diseñados para consumidores de bajos ingresos se ven así. Se ven baratos, se ven feos. En el caso de WaterWheel es estéticamente agradable, la gente está orgullosa de usarlo”.
1. ¿Cuáles son los orígenes de Wello?
Fundé Wello en 2010 para abordar una brecha en el mercado: la falta de productos innovadores y modelos comerciales diseñados para personas que tenían una gran necesidad, pero recursos financieros limitados. Wello es una empresa social con una misión audaz: entregar agua limpia a un mundo sediento. Al reformular la crisis del agua como una oportunidad, Wello ha reinventado la rueda y ha desarrollado un modelo de negocio innovador que permite a las personas utilizar la WaterWheel de Wello como una herramienta de generación de ingresos para sacar a sus familias de la pobreza.
Wello aborda las causas fundamentales de la crisis mundial del agua: el problema del acceso fiable al agua potable. Nuestra innovadora solución reduce drásticamente la carga de tiempo, física y de salud que supone la recogida de agua, que soportan de forma desproporcionada las mujeres y las niñas.
Al combinar un diseño de producto sencillo con un modelo de negocio innovador destinado a satisfacer la demanda de los consumidores, la WaterWheel tiene el potencial de allanar el camino para mejorar la salud y el saneamiento, la productividad agrícola, la igualdad de género, la educación y las oportunidades que conducen a una mejor calidad de vida y una mayor prosperidad general.
2. ¿En qué otros proyectos estás involucrada?
Sigo participando activamente en Wello y asesoro regularmente a otros fundadores de empresas sociales. Mi trabajo diario es como director de producto en Amazon, donde me centro en el desarrollo de productos nuevos para el mundo que tengan un impacto social positivo.
3. En términos de sostenibilidad, ¿qué es lo que más te preocupa y lo que más te ilusiona?
Lo que más me preocupa es el aumento de las desigualdades. Cada vez hay más investigaciones que demuestran que las desigualdades no sólo afectan a los pobres, sino que empeoran la sociedad para todos. Los grandes niveles de desigualdad van acompañados de menores niveles de confianza y tensiones psicológicas que repercuten en la salud, los niveles de violencia y el uso de los recursos medioambientales.
Mi esperanza es que las tecnologías emergentes puedan aportar soluciones que permitan a las comunidades evitar o mitigar los resultados perjudiciales. Lo que más me entusiasma son las tecnologías que incluyen un salto tecnológico, como los teléfonos móviles y las soluciones de energía distribuida. ¡Estoy impaciente por ver lo que los innovadores de hoy nos tienen reservado!
3. ¿En qué crees que debería centrarse la innovación?
Cuando escuchas la palabra innovación, suelen venir a la mente las ideas más rompedoras. Pero, en realidad, la mayor parte de la innovación (70%) es una innovación incremental, que consiste en realizar mejoras a pequeña escala para añadir o mantener el valor de los productos, servicios y procesos existentes. Creo que la innovación debe adoptar una perspectiva a largo plazo y centrarse en la resolución de problemas globales urgentes.
4. ¿Cuál es el desafío más difícil al que se enfrentan los emprendedores sociales en la actualidad?
El abismo de financiación sigue siendo un problema; los fundadores pueden acceder al capital inicial para lograr una prueba de concepto, pero tienen dificultades para conseguir financiación posterior para ampliar la escala.
5. ¿Qué mejoras prevés para la industria de la lavandería en los próximos 5 años?
Creo que la industria de la lavandería verá innovaciones en las lavadoras que reduzcan o capturen los microplásticos y reduzcan la cantidad de agua necesaria para el lavado.
6. ¿Cómo crees que se lavará la ropa en 2050?
Creo que habrá avances en la tecnología de materiales que incorporarán materiales antimicrobianos y nanotecnológicos que requerirán lavados menos frecuentes, lo que minimizará el uso de agua y energía.
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